La contribución de Europa al E-Waste
La contribución del continente Europeo al E-Waste
- La revolución digital
Fue un proceso de transformación tecnológica, económica y social que cambió la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Se caracteriza por la fusión de tecnologías digitales, físicas y biológicas, así como por la automatización inteligente y la interconexión global. Surgió a principios del siglo XXI como evolución de las tres revoluciones industriales anteriores:
- 1ª Revolución Industrial (siglo XVIII): Máquina de vapor, energía mecánica.
- 2ª Revolución Industrial (siglo XIX): Electricidad, producción en masa.
- 3ª Revolución Industrial (siglo XX): Electrónica, informática, automatización.
- 4ª Revolución Industrial (siglo XXI): Digitalización, inteligencia artificial, Internet de las cosas (IoT), robótica avanzada.
Además, la revolución industrial impulsó tecnologías clave como lo son:
- Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning: Sistemas capaces de aprender y tomar decisiones.
- Internet de las Cosas (IoT): Conexión de dispositivos cotidianos a Internet (hogares inteligentes, wearables).
- Big Data y Analytics: Procesamiento masivo de datos para optimizar procesos.
- Robótica Avanzada y Automatización: Robots colaborativos (cobots) en fábricas y servicios.
- Blockchain: Sistemas descentralizados y seguros para transacciones.
- Computación en la Nube y 5G: Mayor velocidad y almacenamiento remoto.
- Biotecnología y Nanotecnología: Avances en medicina, materiales y genética.
- ¿Cómo ha contribuido Europa a la generación de RAEE?
Europa ha contribuido significativamente a la generación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) debido a su alto consumo de dispositivos electrónicos, ciclos de vida cortos de los productos y políticas industriales. Dichas contribuciones las explicaremos a continuación:
1. Alto consumo y generación de RAEE
Europa es una de las regiones que más residuos electrónicos genera per cápita en el mundo. En 2022, la generación de RAEE en Europa fue de 17.6 kg por persona, casi el doble del promedio mundial (7.8 kg per cápita)
•En España, por ejemplo, la cifra fue aún mayor, alcanzando 19.6 kg por persona en 2022 •La cantidad de aparatos eléctricos y electrónicos comercializados en la UE pasó de 7.6 millones de toneladas en 2012 a 13.5 millones de toneladas en 2021, lo que refleja un aumento constante en el consumo
2. Ciclos de vida cortos y obsolescencia programada
La rápida innovación tecnológica y la obsolescencia programada han llevado a que los dispositivos se reemplacen con mayor frecuencia. Por ejemplo, los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles suelen tener una vida útil más corta debido a actualizaciones de software y hardware
La falta de opciones de reparación y la dificultad para actualizar dispositivos también contribuyen a este problema. Solo el 22.3% de los RAEE generados en 2022 se reciclaron formalmente, lo que indica que muchos terminan en vertederos o se exportan ilegalmente
3. Exportación de RAEE a países en desarrollo
Aunque la UE tiene regulaciones estrictas, una parte significativa de los RAEE europeos se exporta a países en desarrollo, donde se gestionan en condiciones peligrosas para la salud y el medio ambiente. Esto se debe a los altos costos de reciclaje en Europa y la falta de infraestructuras adecuadas en los países receptores
•El Convenio de Basilea intenta regular estos flujos, pero aún existen brechas en su implementación
4. Políticas y regulaciones insuficientes
A pesar de los esfuerzos de la UE, como la Directiva RAEE y el Plan de Acción para la Economía Circular, la generación de RAEE sigue superando las tasas de reciclaje. Por ejemplo, en 2021, solo se recogieron 4.9 millones de toneladas de RAEE de los 13.5 millones de toneladas comercializadas
La UE ha introducido medidas como el "derecho a reparar" y el uso de un cargador común (USB Type-C) para reducir los residuos, pero su impacto aún es limitado
5. Impacto ambiental y social
Los RAEE contienen materiales tóxicos como plomo, mercurio y cadmio, que contaminan el suelo y el agua cuando no se gestionan correctamente. Europa es responsable de una parte significativa de esta contaminación debido a su alta generación de residuos
Además, la extracción de minerales raros para la producción de dispositivos electrónicos en Europa contribuye a conflictos y violaciones de derechos humanos en países mineros
- ¿A dónde van los residuos electrónicos de Europa?
- ¿A dónde van los residuos electrónicos de Europa?
Europa envía grandes cantidades de RAEE a África, principalmente a través de exportaciones legales disfrazadas como "donaciones" o "productos de segunda mano", pero también mediante tráfico ilegal. Este fenómeno tiene graves consecuencias ambientales y sanitarias en el continente africano.
Primero, se estima que Europa exporta ilegalmente unas 352,474 toneladas métricas de RAEE al año a países en desarrollo, los principales vertederos son:
1. Ghana: 40% de los RAEE que llegan a Ghana son exportados ilegalmente desde Europa, camuflados como "equipos de segunda mano". El barrio de Agbogbloshie (Accra) es uno de los mayores vertederos informales de electrónicos del mundo. Los principales países que realizan esto son: Alemania, Italia, Países Bajos, Bélgica y Reino Unido (aunque ya no es miembro de la UE).
2. Nigeria: Según la ONU (2020), 60.000 toneladas de RAEE llegan cada año a Nigeria (en el puerto de Lagos), muchos procedentes de puertos españoles (Algeciras, Valencia) e italianos (Nápoles). Se declaran como "productos reutilizables", pero el 70% son inservibles y terminan en vertederos como Olusosun. Países que realizan esta actividad: España, Italia, Francia, Alemania
3. Costa de Marfil: En 2006, salió a la luz el caso Probo Koala, donde un barco de la empresa británica-holandesa TRAFIGURA tiró desechos tóxicos (una mezcla entre RAEE y químicos de limpieza, gasolina y petróleo) en la región de Abiyán, lo que causó muertes y enfermedades entre la población.
- ¿Porqué participan en esta actividad?
1. Para evadir costos de reciclaje: Reciclar RAEE en Europa cuesta €1.000/tonelada, mientras que exportarlo como "usado" cuesta menos de €200/tonelada.
2. Vacíos legales: La Directiva RAEE prohíbe exportar residuos, pero muchos equipos se envían como "donaciones" (sin verificar su funcionalidad).
3. Demanda africana de "segunda mano": África necesita tecnología barata, pero el 50-80% de lo enviado no funciona y se convierte en basura.
Para concluir, es preciso que nos quede claro que Europa externaliza su problema de RAEE a África mediante prácticas legales dudosas y tráfico ilegal, aprovechando la falta de regulación y la pobreza. Aunque existen marcos legales como el Convenio de Basilea, su aplicación es débil. Urgen medidas como:
1. Sanciones reales a exportadores ilegales.
2. Fortalecer la reparabilidad de dispositivos en la UE.
3. Inversión en reciclaje local en África con apoyo europeo .
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